¿Qué es el pisco?
Cielos puros. Puro legado.
El Pisco Chileno, un espíritu aromático que varía desde transparente hasta amarillo ámbar, se destila a partir de variedades de uva fragantes en las regiones de Atacama y Coquimbo, en el norte de Chile, beneficiándose de noches frías y días soleados, lo que resulta en sabores concentrados.
Inicialmente utilizado por los colonizadores españoles del siglo XVI como una alternativa al orujo, la importancia del Pisco ha crecido a lo largo de los siglos. La Denominación de Origen de Pisco Chileno, establecida en 1931, es la primera en las Américas y la segunda a nivel mundial.
El proceso de envejecimiento del Pisco lo distingue como “Pisco de Guarda” (Reposado) o “Pisco Envejecido” (Añejado), con contenido alcohólico clasificado como Gran Pisco 43°+, Reservado 40° y Especial 35°. Con más de 300 años de tradición, el Pisco es parte integral del patrimonio chileno, apreciado en reuniones sociales en todo el mundo.
Hoy en día, su versatilidad cautiva a entusiastas en más de 40 países, fomentando una apreciación global por este excepcional espíritu.
Proceso
Cosecha
La cosecha de uvas para Pisco comienza a mediados de febrero con Muscat de Austria, concluyendo con Muscat de Alejandría y Pedro Jiménez. Se aceptan uvas con una graduación alcohólica de 10,5° o más, que luego se separan de los residuos como hojas y tallos. Se prensan y el jugo se vinifica a temperaturas controladas.
Proceso
Elaboración del vino
El proceso de vinificación dura generalmente alrededor de 30 días, variando según la tecnología utilizada. Tras la fermentación, comienza la destilación artesanal en alambiques discontinuos de cobre, dispositivos diseñados para evaporar y condensar líquidos.
Proceso
Destilación
En alambiques discontinuos, el vino se calienta para capturar el alcohol, que se divide en cabeza, corazón y cola. El corazón, que es el más puro, se utiliza para el pisco, destilándose una a tres veces para mayor pureza. El contenido alcohólico, de 60° a 73°, se ajusta con agua desmineralizada. El pisco debe reposar 60 días en barricas de acero o de madera.
Proceso
Envejecimiento y embotellado
El pisco no envejecido se denomina “transparente” y puede embotellarse justo después de la destilación. Alternativamente, puede envejecerse en barricas de madera, típicamente Rauli (nativa de Chile) o roble, lo que le da notas de madera que realzan el sabor de la uva y proporcionan un color ámbar, que varía según el envejecimiento. Una vez embotellado, puede denominarse “Pisco”.
Categorías
La resiliencia del Pisco radica en la inquebrantable dedicación de sus elaboradores a la tradición atemporal. Su Denominación de Origen (1931) se erige como un baluarte que protege la esencia del pisco. El Decreto 521 (1999) clasifica meticulosamente las variedades según su contenido alcohólico y envejecimiento:
- Especial (35º): Matices delicados en una forma más ligera.
- Reservado (40º): Una expresión robusta, refinada pero potente.
- Gran Pisco (43º+): Irradiando audacia y profundidad, un pináculo de fuerza.
El envejecimiento en barrica otorga un carácter distintivo. Maderas nobles como el roble y el Raulí aportan su esencia, otorgando riqueza ámbar:
- Transparente: No tocado por la madera, un lienzo prístino de pureza.
- De Guarda: 180 días de influencia de la madera, revelando sutilezas complejas.
- Envejecido: Envejecido durante 360 días, desvelando una sinfonía de sabores maduros.
Para amplificar la versatilidad y sofisticación, los artesanos chilenos de Pisco emplean meticulosamente la destilación doble o triple, extrayendo el espíritu más puro del destacado vino chileno.
Categorías
La resiliencia del Pisco radica en la inquebrantable dedicación de sus elaboradores a la tradición atemporal. Su Denominación de Origen (1931) se erige como un baluarte que protege la esencia del pisco. El Decreto 521 (1999) clasifica meticulosamente las variedades según su contenido alcohólico y envejecimiento:
- Especial (35º): Matices delicados en una forma más ligera.
- Reservado (40º): Una expresión robusta, refinada pero potente.
- Gran Pisco (43º+): Irradiando audacia y profundidad, un pináculo de fuerza.
El envejecimiento en barrica otorga un carácter distintivo. Maderas nobles como el roble y el Raulí aportan su esencia, otorgando riqueza ámbar:
- Transparente: No tocado por la madera, un lienzo prístino de pureza.
- De Guarda: 180 días de influencia de la madera, revelando sutilezas complejas.
- Envejecido: Envejecido durante 360 días, una sinfonía de sabores maduros.
Para amplificar la versatilidad y sofisticación, los artesanos chilenos de Pisco emplean meticulosamente la destilación doble o triple, extrayendo el espíritu más puro del destacado vino chileno.
Norte de Chile y Cultura
Los Andes, la vasta cordillera de la Tierra, se extienden por casi 3 millones de kilómetros cuadrados, con picos imponentes que promedian entre 3,000 y 4,000 metros sobre el nivel del mar. En el Norte Chico, entre Atacama y Coquimbo, los Andes presentan una transición, formando suaves lazos montañosos de Este a Oeste. Esta es la tierra de los valles transversales: Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa, cada uno acunado por colinas y pasos angostos, alimentados por ríos nacidos de los deshielos primaverales que fluyen hacia el océano.
Bendecidos con más de 300 días de cielos despejados al año, estas regiones ofrecen una luz solar ideal para el cultivo de uvas.
El Pisco se produce en dos regiones: Atacama, hogar del desierto más seco del mundo y famoso por su extraordinaria transformación – el fenómeno del Desierto en Flor, y Coquimbo,
conocido por sus impresionantes paisajes costeros, observatorios astronómicos de clase mundial y una rica herencia cultural, lo que lo convierte en un destino diverso y cautivador para los viajeros.
Bendecidos con más de 300 días de cielos despejados al año, estas regiones ofrecen una luz solar ideal para el cultivo de uvas.
El Pisco se produce en dos regiones: Atacama, hogar del desierto más seco del mundo y famoso por su extraordinaria transformación – el fenómeno del Desierto en Flor, y Coquimbo, conocido por sus impresionantes paisajes costeros, observatorios astronómicos de clase mundial y una rica herencia cultural, lo que lo convierte en un destino diverso y cautivador para los viajeros.
200+
Etiquetas de pisco producidas en Chile
40+
Mercados que ofrecen pisco chileno
35+
Millones de litros producidos anualmente
80%
Pisco global producido en Chile
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Millones de litros producidos anualmente
Historia
Las vides y el vino han estado entrelazados con la historia humana durante miles de años, con las primeras cosechas de uvas que se remontan a la Edad de Bronce en el Medio Oriente. La Vitis vinifera llegó a América junto con los conquistadores españoles, quienes trajeron plantas y animales europeos para mantener un sabor de hogar en sus territorios recién descubiertos.
Historia
Plantación de viñedos
Hernán Cortés, gobernador de México, ordenó plantar viñedos en 1525 con vides españolas. Prosperando en suelos fértiles, produjeron vino en abundancia, estableciendo una industria vinícola en las colonias españolas y proporcionando un excedente para los esfuerzos misioneros de la Iglesia española en América.
Para 1549, los viñedos florecían en La Serena, extendiéndose a valles chilenos como Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa. Debido a su notable dulzura, los vinos eran propensos a la descomposición, lo que complicaba su transporte.
Historia
Destilación en alambiques de cobre
Para prevenir la descomposición, los productores extraían el alcohol o “espíritu” del vino, reduciendo el peso de almacenamiento y los costos de transporte. Este producto prosperó gracias al cobre local y a los artesanos hábiles, los “fragüeros”, que fabricaban alambiques de cobre. El historiador Pablo Lacoste destaca el papel del cobre en el impulso de la economía regional y en la garantía de calidad.
El primer alambique en Sudamérica se registró en 1586 en Santiago del Nuevo Extremo, propiedad de María de Niza. Los registros muestran 22 alambiques en el siglo XVII y muchos más en el siglo XVIII.
Historia
Piratas y corsarios
La era de leyendas marinas como Francis Drake y Bartholomew Sharp, que asaltaban las costas chilenas, dio forma al destino del pisco de manera involuntaria. Los devastadores ataques a finales del siglo XVII obligaron a los residentes a trasladarse hacia el interior a los valles transversales, ideales para la viticultura. En 1686, la misión de William Knight para saquear Tongoy fue frustrada por Don Pedro Cortés y Mendoza, aclamado posteriormente como «el héroe de Tongoy», con solo doce hombres. Ese año, los ciudadanos de La Serena repelieron al pirata Edward Davis, que buscaba refugio en la Iglesia de Santo Domingo.
Historia
Asentamiento en los Andes
A medida que los chilenos se adentraban más en los valles, el héroe de Tongoy estableció la Hacienda La Torre en el valle oriental de Elqui, a 20 leguas tierra adentro, un bastión vinícola que albergaba el primer horno para recipientes de arcilla. Allí, floreció el arte de elaborar licores de alta calidad a partir de uvas Muscat, creando una bebida fragante almacenada en largos recipientes de arcilla llamados “piscos”, que sentaron las bases para el pisco actual. Estas innovaciones fueron rápidamente copiadas por los propietarios de fincas locales, impulsando el centro vinícola de los valles transversales.
Historia
Primer espíritu
Tras la muerte de Pedro, su legado continuó a través de su hijo y más tarde por el exalcalde de Coquimbo, Marcelino Rodríguez Guerrero. Para 1733, cuando murió Marcelino, la Hacienda La Torre registró miles de vides y herramientas esenciales para la vinificación, incluidos alambiques de cobre. La finca contaba notablemente con “botijas” de pisco, la mención más antigua conocida de este aguardiente de uva en el mundo. Las testamentos notariales de las élites locales revelaron más tarde la creciente presencia del pisco en el valle de Elqui, marcando el surgimiento de un legado regional vinculado al coraje y la fortaleza de su gente.